El mensaje del PAN para el 2012. Roberto Garza Leonard
Anteriormente hablamos del mensaje del PRI para el 2012 sugiriendo como elementos diferenciadores que el mensaje de cambio de partido y su capacidad de gobernar.
El PAN por lo pronto pareciera que no tiene claro cuál mensaje adoptar. Cierto debemos esperar a que se defina su contienda interna para establecer un mensaje de acuerdo a su candidat@, y bueno esperemos a eso.
Lo que sí pudiéramos adelantar es un simple ejercicio académico en relación al posible mensaje a utilizar por parte del PAN, y pudiéramos hacerlo, comenzando con una simple eliminación de alternativas.
Sabemos que los electores siempre votan por un cambio, y por el futuro. La oferta actual del PAN pareciera que no da mucha alternativa al respecto en ninguno de los dos aspectos.
En tal sentido, es claro que pudiéramos dejar fuera el mensaje de cambio de partido; la línea hasta ahora seguida por el Presidente Calderón ha sido la de mantener el curso de sus políticas, especialmente la política de guerra contra el narco. No le queda otra. El entuerto lo tienen que resolver los candidatos, no él.
Irse por la línea de cambio de género, asumiendo que sea JVM la candidata del PAN, puede darle un impulso al sentido de cambio. Sin embargo, no está claro que la figura de mujer que ella representa sea lo suficientemente fuerte para convencer a los electores que ella puede mantener la lucha y resolver el problema de la inseguridad en el país.
Los otros dos candidatos, hombres, tampoco representan una figura de cambio. Cordero por su lado, representa sin lugar a duda el continuismo de Calderón y su presidencia; Creel, él representa la figura del político tradicional, viejo, que la mayoría de los electores está harta de ver.
Manejar un mensaje de capacidad resulta imposible considerar puesto que en los dos temas de interés ciudadano: seguridad y empleo, los resultados no han sido nada alentadores ante la óptica ciudadana. El PRI adopta un mensaje de capacidad porque la mayoría de los ciudadanos así lo señalan en las encuestas: el PRI sí sabe gobernar, es decir, el PAN no sabe, no pudo.
El tema de futuro escapa también al control del PAN porque, en los doce años que ha tenido la presidencia del país dicho concepto, no ha permeado del todo. El cambio de Fox nunca llegó, el Presidente del empleo de Calderón, no fue más que temporal. ¿Qué puede ofrecer ahora el PAN y sus candidatos?
Como partido, el PAN ha perdido sus atributos positivos que eran el imán de los ciudadanos: abierto, democrático, luchador contra la corrupción, ciudadano, confiable, una verdadera alternativa a los excesos del partido otrora en el poder. Ahora el PAN sufre de escándalos de corrupción, de dedazos, de tapadismos, de tráfico de influencias, de lucha de grupos internos. Apelar a ser una mejor opción no es alternativa en esta elección.
Esta pérdida de identidad diferenciadora ha puesto al PAN en un mismo nivel que el resto de los partidos contendientes. Los ciudadanos al no ver alternativa, escapan al segmento de indecisión o de sin partido, el cual representa ahora más electores que cualquier otro partido. ¿Cómo convencer a este segmento de ser la mejor alternativa para el país?
¿Qué debe hacer el PAN entonces?
El Presidente Calderón esta intentando enderezar el barco; en últimos días su mensaje ha sido el de distanciarse de un gobierno que persigue y captura criminales, por uno que abre escuelas, construye hospitales y carreteras. La duda que queda es: ¿será demasiado tarde para eso? La gente ya tiene bien marcada la guerra contra el narco como signo distintivo de esta administración.
Para el PAN, la acción automática y sencilla es atacar al PRI, insistir con la gente sobre el porqué el PRI fue derrotado en el 2000 y en el 2006; encabezar el sentimiento de hartazgo que pudieran tener los electores en contra del partido.
El reto de los candidatos del PAN, ahora, y en la constitucional, es encontrar una oferta real que haga eco con la gente. Puede ser un mea culpa, funciona para todos. Puede ser un recordatorio que el cambio requiere de más trabajo, igual le pudiera funcionar.
Me parece que a lo que sí está obligado es a apelar al continuismo, y la mejor forma de hacerlo es haciendo un llamado desde el corazón, es decir, un llamado emotivo a la razón. Drew Westen, en su libro The Political Brain, habla sobre una manera diferente de comunicarse con los votantes en temas que pudieran aparentar ser difíciles a comunicar. Si bien no podrá el PAN cambiar del todo lo que los electores piensan sobre él, pero si podría cambiar la manera en que se comunicaría con ellos.
